Seleccionar página

Tercer Milenio

NIÑOS DEL TERCER MILENIO (ÍNDIGO, CRISTAL, ARCOIRIS Y DIAMANTE)

En el contexto de la Nueva Era, los términos “niños índigo”, “niños cristal”, “niños arco iris” y “niños diamante” han sido ampliamente utilizados para describir diferentes generaciones de individuos que supuestamente poseen habilidades y características especiales que los distinguen de la mayoría de las personas. Estos conceptos son parte de una creencia espiritual y metafísica que ha ganado popularidad en ciertos círculos a lo largo de las últimas décadas.

Según esta perspectiva, los niños índigo son considerados como seres altamente sensibles, intuitivos y creativos. Se dice que tienen una sabiduría innata y una conexión espiritual más profunda, lo que los hace capaces de ver el mundo de una manera más holística. Se cree que llegaron a la Tierra para desafiar y cambiar el paradigma del pensamiento tradicional, impulsando un enfoque más espiritual y consciente en la humanidad.

Los niños cristal, por otro lado, son descritos como extremadamente empáticos, amorosos y compasivos. Se cree que tienen la capacidad de sanar a nivel emocional y energético, y su presencia en el mundo está destinada a construir nuevas bases sobre las que se puedan asentar las transformaciones iniciadas por los niños índigo.

Posteriormente, los niños arco iris y diamante se mencionan como continuadores de la labor de los niños índigo y cristal. Se les atribuye una mayor sensibilidad espiritual y se dice que vienen a completar el trabajo que sus predecesores dejaron inconcluso.

Sin embargo, la ciencia no respalda estas creencias y considera que estos términos no tienen base científica ni evidencia empírica que los respalde. La comunidad científica sostiene que estos conceptos son más bien parte de una narrativa espiritual y mística, y que atribuir habilidades y características especiales a ciertos grupos de personas no tiene sustento científico.

Además, algunos expertos en salud mental han expresado preocupación por el uso de estos términos, argumentando que etiquetar a los niños de esta manera puede conducir a diagnósticos erróneos o estigmatización de aquellos que presenten rasgos similares pero no se ajusten completamente a las características atribuidas a los niños índigo, cristal, arco iris o diamante.

En última instancia, la decisión de a quién creerle recae en cada individuo. Es importante mantener una mente abierta y respetuosa hacia las diferentes perspectivas, pero también es fundamental basar nuestras creencias en evidencia sólida y enfoques racionales. La búsqueda del conocimiento y la comprensión de nosotros mismos y del mundo que nos rodea debe estar respaldada por la razón y la objetividad, para así tomar decisiones informadas y responsables.

El fenómeno de los niños índigo, cristal, arcoiris y diamante ha sido ampliamente debatido y discutido en diversos círculos. Aunque muchas personas creen firmemente en la existencia de estos niños con habilidades sobrenaturales, la ciencia no respalda estas afirmaciones.

Las disciplinas científicas como Psicología, Psiquiatría y Medicina no reconocen la existencia de estas categorías de niños con poderes especiales. No existen investigaciones científicas que respalden estas teorías, y algunos supuestos estudios mencionados por los creyentes en estas habilidades nunca han sido llevados a cabo en realidad.

Además, se ha demostrado que las cámaras que supuestamente capturan el aura en realidad muestran el campo eléctrico generado por la conductividad del aire y los objetos, sin tener ninguna relación con poderes sobrenaturales.

Profesionales de la salud física y mental ven en muchas de las características atribuidas a estos niños síntomas de condiciones como el Trastorno del Espectro Autista o Trastorno por Déficit de Atención, que requieren tratamientos adecuados en lugar de estimulación paranormal.

Es importante tener en cuenta que muchas de las características que se consideran distintivas en estos niños, como la curiosidad, la intrepidez y la sinceridad, son atributos normales de la niñez y pueden manifestarse con mayor intensidad en algunos individuos sin tener relación con habilidades sobrenaturales.

Además, se ha señalado la existencia de intereses económicos detrás de algunos defensores de estas creencias, con profesionales y pseudoprofesionales que buscan sacar provecho de estas ideas y ofrecen servicios relacionados con el desarrollo de estos supuestos poderes.

El origen de estos niños también es motivo de controversia, ya que algunos los atribuyen a seres extraterrestres, mientras que otros los consideran almas superiores reencarnadas.

En general, etiquetar a un niño como sobrenatural y atribuirle la responsabilidad de ser un salvador de la humanidad puede generar una presión emocional significativa y potencialmente patologizar al niño.

Aunque muchas personas siguen creyendo en la existencia de estos niños especiales, es importante tener en cuenta que la comunidad científica no ha encontrado evidencia que respalde estas afirmaciones y que es fundamental cuidar el bienestar emocional y psicológico de todos los niños, independientemente de sus características individuales.

Tercer Milenio

LOS NIÑOS CRISTAL

Los niños cristal, según algunos, son aquellos nacidos a partir de la década de 1990 y en adelante, que se caracterizan por tener un aura transparente y límpida, similar al cristal. Se cree que su aparición está relacionada con un incremento en la frecuencia vibratoria del planeta, lo que permitiría una era de sanación espiritual. Se sostiene que almas de reinos superiores habrían encarnado en estos niños con el propósito de llevar a cabo esta misión de sanación.

Estos niños cristal se destacan por poseer dones espirituales y, en muchos casos, son diagnosticados con Trastornos del Espectro Autista. Entre sus características principales se encuentra el hablar más tarde que los demás niños y la presencia de habilidades psíquicas. Son muy conscientes de su voz interior y no sienten la necesidad de manipular a otras personas. Tienden a mirar fijamente y algunos de ellos tienen ojos redondos y de colores singulares.

Son seres sensibles tanto física como mentalmente, y suelen actuar de manera espontánea sin medir las consecuencias. Son afectuosos y expresan su amor a través de la música y el canto. Sin embargo, también pueden experimentar sobrecargas sensoriales y fuertes respuestas físicas ante eventos negativos. Sienten un profundo amor por sus seres queridos, incluyendo a sus familias, mascotas y amigos, y se destacan por su honestidad intachable.

El propósito de los niños cristal va más allá de la pacificación y la sanación espiritual. Su presencia y contacto con las personas comunes eleva su ser a niveles más altos, y también sirven como maestros, especialmente para las generaciones anteriores. Su presencia enseña a vivir una vida mejor y a dar un paso hacia la evolución espiritual. Además, se considera que los niños cristal preparan el camino para una nueva generación de niños especiales: los niños arcoíris.

Tercer Milenio

LOS NIÑOS ARCOIRIS

Los niños arcoíris, que surgieron a partir del año 2000, comparten su nombre con el espectro de colores del arcoíris debido a su aura, que se cree que tiene este matiz. Se ha observado que algunos de estos niños llegan después de la pérdida de un hijo anterior, aunque también hay casos en los que no se presenta tal acontecimiento.

Estos niños son conocidos por ser generosos, cariñosos, amorosos y sensibles. Tienen una habilidad especial para comprender los sentimientos de los demás y perdonar. Además, poseen una notable capacidad de aprendizaje, destacándose en cualquier área que les interese. Su creatividad y persistencia los hacen sobresalir en lo que se proponen. Son inocentes, puros y carecen de malicia.

Una característica distintiva de los niños arcoíris es su energía interior, que los impulsa a ser activos y valientes. Tienen una gran seguridad en sí mismos y necesitan menos horas de sueño. Desde su nacimiento, su potencial espiritual parece estar plenamente desarrollado, lo que se considera que los capacita para mostrar el camino hacia la paz.

Convivir con estos niños suele ser armonioso, ya que son pacíficos y raramente se aferran a enojos prolongados. Es importante que sean comprendidos y guiados para potenciar sus capacidades sanadoras. A veces, pueden sentir que no encajan completamente en el mundo, por lo que necesitan ser apoyados y valorados en lugar de cuestionados.

En resumen, los niños arcoíris son seres especiales con una energía positiva y una misión espiritual importante. Su presencia aporta alegría y armonía a quienes los rodean, y su enfoque hacia la paz y la comprensión puede servir como un ejemplo inspirador para todos.

Tercer Milenio

LOS NIÑOS DIAMANTE

Los niños diamante son la cuarta ola de niños especiales que comenzaron a llegar a fines de 2008, con la misión de transmutar la energía de nuestro planeta elevando sus vibraciones y mezclándolas con la energía colectiva de la Tierra.

Estos niños son muy talentosos y tienen múltiples intereses, lo que hace que no destaquen en una sola área específica. A pesar de saber que tienen razón la mayor parte del tiempo, no son confrontativos, sino que exponen sus argumentos de manera respetuosa y, si hay polémica, la enfrentan como un juego. No juzgan a los demás, pero sus razonamientos pueden mostrarles a sus interlocutores que están equivocados.

No se consideran líderes, ya que sus convicciones son universales, y se identifican con el todo universal en lugar de pertenecer a un grupo en particular. Son altamente intuitivos, con una percepción multidimensional y tienden a ser hipersensibles.

Existe una dualidad en su carácter, ya que pueden ser dulces, alegres y suaves, pero también pueden mostrarse autoritarios debido a su gran seguridad en sí mismos. A pesar de ser comunicativos y sociables, a veces pueden sentirse solitarios debido a su intensa vida interior y la tendencia a aislarse.

Los niños diamante tienen niveles de empatía muy altos y pueden detectar mentiras fácilmente, lo que los aleja de personas mentirosas. Sus habilidades psíquicas, como la telepatía, clarividencia y telekinesis, están mucho más desarrolladas que en los otros tipos de niños especiales.

Para mantenerse en equilibrio, necesitan purificarse periódicamente a través del silencio y conectándose con la naturaleza, donde pueden liberar la energía negativa que absorben del entorno.

Los padres juegan un papel crucial en ayudarlos a enfocarse en sus intereses y evitar que se dispersen. Una alimentación sana es beneficiosa para ellos, ya que necesitan nutrirse adecuadamente.

La misión de los niños diamante es esparcir el amor en el mundo, llevar sanación, cambiar las mentalidades y mejorar la humanidad. Sus intereses y ocupaciones prioritarios están relacionados con la espiritualidad, la meditación, la psicología, la magia blanca, la astrología y todo lo relacionado con lo místico y la sanación.

Tercer Milenio

LOS NIÑOS ÍNDIGO

Los niños índigo son un concepto popularizado en la Nueva Era que se refiere a niños con supuestas habilidades y características especiales. Se dice que comenzaron a nacer predominantemente a partir de la década de 1970. Algunas de las características atribuidas a ellos incluyen ser espiritualmente despiertos, tener una gran intuición y creatividad, ser sensibles y rechazar la autoridad estricta.

Según sus defensores, los niños índigo tienen la misión de sanar y elevar la espiritualidad de la humanidad. Se los clasifica en diferentes tipos, como artistas, humanistas, interdimensionales y conceptuales, según sus inclinaciones y habilidades.

Sin embargo, la comunidad científica no respalda estas afirmaciones y argumenta que muchas de las características atribuidas a los niños índigo pueden ser atribuidas a trastornos psicológicos o condiciones normales de la infancia. Se considera que estas ideas carecen de base científica y que etiquetar a los niños como sobrenaturales puede tener efectos negativos en su bienestar emocional.

Aunque muchas personas creen en la existencia de los niños índigo, es importante recordar que no hay evidencia científica que respalde estas creencias y que es fundamental brindar un ambiente de apoyo y respeto para el desarrollo de todos los niños.